Muchas veces escuché hablar acerca de si es posible separar al artista de la obra, si la vida pública (o privada en algunos casos) de estos nos condiciona o no a la hora de leerlos. Desde mi humilde punto de vista: sí, es posible, y voy a explicarlo con una frase de Jean Paul Sartre creo, "Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él".
Pienso que no hay identidad más verdadera que la que dejamos en las cosas que creamos, incluso más auténtica y más propia que la vida propia que llevamos, por eso para mi las creaciones serían "lo que hace" y la vida pública que llevan los autores la relaciono con "lo que hicieron de él", por eso priorizo a la obra antes que al artista.