En mi infancia jugaba al ajedrez, al punto de ser parte de un club y participar en torneos, etc. El otro día recordé algo de esa etapa que llamó poderosamente mi atención, y recién hoy creo entenderlo:

En uno de esos torneos de los que participaba contamos con la presencia del campeón argentino de la categoría sub 18 de ese momento, y él al jugar tenía una particularidad. En los momentos clave del partido, se levantaba de la mesa, salía de la sala e incluso a veces observaba desde lejos, como un espectador más. En ese momento no comprendía por qué lo hacía, simplemente despertaba mi curiosidad, pero ahora lo veo más claro. Hacía eso para tener otra perspectiva, para alejarse del problema y así verlo mejor.
Y es algo que se repite en nuestra vida cotidiana, muchas veces necesitamos alejarnos de los problemas para poder pensarlos mejor.

Muchas veces escuché hablar acerca de si es posible separar al artista de la obra, si la vida pública (o privada en algunos casos) de estos nos condiciona o no a la hora de leerlos. Desde mi humilde punto de vista: sí, es posible, y voy a explicarlo con una frase de Jean Paul Sartre creo, "Cada hombre es lo que hace con lo que hicieron de él".
Pienso que no hay identidad más verdadera que la que dejamos en las cosas que creamos, incluso más auténtica y más propia que la vida propia que llevamos, por eso para mi las creaciones serían "lo que hace" y la vida pública que llevan los autores la relaciono con "lo que hicieron de él", por eso priorizo a la obra antes que al artista.

Esto no me acuerdo donde lo leí (creo que era "Ventana a la Calle", pero no estoy muy seguro), pero vale la pena contarlo, era un pequeño relato de una página de extensión. En él, el autor comenzaba contando acerca de los juguetes que abundaban en su infancia, haciendo una mención especial a uno muy particular, el "Tente en pie".
En este juguete se centra la historia, para los que no lo conocen es un muñeco inflable que, como su nombre lo indica, no había manera de hacerlo caer, podíamos mantenerlo acostado presionándolo con nuestro cuerpo, pero al soltarlo casi por arte de magia el juguete volvía a pararse.
Imaginemos la sorpresa y curiosidad que puede despertar esto en un niño, demasiada. Tanta curiosidad que un niño decidió investigar y valiéndose de un cuchillo se dispuso a abrirlo. Al abrirlo se encontró con una bola de plomo (esta bola de plomo es la que hace de contrapeso para que se levante), al quitarle la bola el pobre muñeco ya no se levantó más, estaba muerto. La hermanita menor al ver lo sucedido, con todo el poder de deducción y síntesis que puede tener un infante acusó "No se va a levantar más porque le robaste el alma".
El día que leí eso incorporé una muy buena definición de "alma", es eso que hace que nos levantemos a pesar de todo.

No recuerdo cuando, leí una historia china que explicaba por qué gritamos, lo que decía era tan simple como contundente. Decía que las personas hablan con un volumen acorde a la distancia que las separa, que mientras más lejos están, más fuerte hablarán.
Hasta aquí nada nuevo, pero después planteaba que hay dos tipos de distancias, la geográfica y la emocional, la geográfica no hace falta explicarla, pero la emocional sería la distancia entre los corazones de las personas que intervienen. Mientras más alejados estén sus corazones, más fuerte gritarán.
En contrapartida, cuando dos personas se enamoran sus corazones se "acercan", allí bastará con hablar suave. Cuando se enamoren aún más no hará falta hablar, los susurros bastarán y ya en el ápice de los sentimientos no hará falta susurrar, las miradas bastarán. La historia terminaba con una especie de moraleja que decía masomenos así: "No dejen que las discusiones los alejen demasiado, no digan palabras que los distancien más aún, ya que llegará un punto en el que la distancia sea tanta que no encontrarán el camino de vuelta".

Siempre me llamaron la atención los problemas que surgen al traducir algo de inglés al castellano, pero hay uno en particular que quiero resaltar hoy (ya que tengo miedo de que deje de ser un problema). La diferencia entre el "I love you" inglés y el "te amo" castellano. Si bien en la mayoría de los casos estaría bien traducirlo de esa manera hay una pequeña diferencia en su uso, el "I love you" es a veces también "te quiero", por lo que sería usado también en relaciones no tan cercanas como en las que decimos "te amo". Por eso agradezco el hecho de que mi idioma natal sea el castellano ya que es más "preciso" en estos casos.

Sin embargo, últimamente estoy notando como en los adolescentes el "te amo" está siendo utilizado como lo usan los ingleses o americanos, siento que se está "devaluando" al lenguaje. No dejemos que esto suceda, utilicemos las palabras adecuadas, no dejemos que éstas pierdan su valor.


Una vez un amigo me mostró una página que se llamaba "cancioneslocas.com" o algo así. La página es simple, el público sugiere una parte de una canción en otro idioma y una letra alternativa en nuestro idioma, no una traducción, sino algo que coincida fonéticamente y que en la medida de lo posible, sea algo gracioso.

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En sí la página es muy recomendable, pero no quiero puntualizar en la página en sí, sino en la metáfora que representa, ya que creo que esa idea ES la creatividad. El hecho de interpretar algo de una manera completamente distina a los demás, a NUESTRA manera, (ya sea por ignorancia, o por querer resultar gracioso) que esa interpretación coincida y "quede bien", que esa interpretación sea graciosa, que muchos nos digan que estamos confundidos o cometiendo un error al interpretarlo así, pero que otros nos feliciten por ello, eso es creatividad.

Definitivamente el mayor punto de creatividad que alcanzamos en nuestra vida es en nuestra niñez, por eso a los que se muestran demasiados creativos de grandes reciben comentarios como "parece un chico" o un nene, o lo que sea. Yo particularmente recuerdo haber inventado toda clase de teorías en mi niñez, algunas que ahora de grande noto lo absurdas que eran (como que el eructo era el ruido que hacía la comida al terminar esa caída libre que comenzaba en la garganta y terminaba chocando en el estómago) y otras que recién ahora aprecio el valor que tenían.
Una de ellas se me ocurrió un día mirando una película, no recuerdo cual, pero en ella se veía un cuarto totalmente blanco, iluminado, con sólo una persona y su sombra (y creo que una escalera, pero no estoy seguro) y pensé en por qué en una habitación siempre hay sombra, en por qué nunca hay una habitación con 100% de luz. Mi conclusión fue la siguiente, la única forma para que esto suceda sería que no haya ningún cuerpo que proyecte sombra, o sea que no haya nada, que el cuarto esté completamente vacío.
Ahora de grande se me ocurrió relacionarlo con la vida, con el mundo, relacionando a la oscuridad con la maldad, nunca puede haber en el planeta 0% de oscuridad, para que eso suceda (suponiendo que el Sol alumbre al 100% del planeta al mismo tiempo) el planeta tendría que estar desierto, sin habitantes.

¿Por qué mentimos? ¿quiénes mentimos? ¿es malo mentir? ¿es bueno mentir? Muchas veces me pregunté eso, y durante mi vida fui encontrando distintas respuestas a estas preguntas. Generalmente, la mentira en edades tempranas se considera un claro signo de inteligencia, ya que demuestra una tendencia a anticipar las reacciones de los demás ante sus mentiras. Claro está que para mentir se necesita una gran inteligencia, nos costaría mucho creer una mentira a un perfecto idiota (aunque hay excepciones).
Lo que me apasiona de la mentira es como va adaptándose al contexto, y las paradojas que crea a su paso. Un ejemplo que recuerdo que dio Dolina alguna noche en su programa fue que a la hora de patear un penal hay una teoría que dice que el pateador mira hacia donde va a patear, el arquero sabiendo esto se tira para esa punta, pero existe la posibilidad de que el pateador sabiendo esto mire para un lado y patee para el otro, o que aún peor, el pateador sabiendo que el arquero espera ser engañado patee para el lado que mire, engañándolo al no engañarlo, paradójicamente. Y creo que ese es uno de los grandes obstáculos que debemos sortear, darnos cuenta de quienes nos están engañando, al no engañarnos.

El otro día alguien me dijo que cuando estamos con la (o las) persona que nos gusta nuestro corazón palpita mucho más fuerte porque estamos más vivos, que esa persona haría las veces de "electroshock" para reanimarnos y sacarnos de ese estado de "muerte" con el que vivimos. Yo lo relacioné con la gente que realiza deportes extremos, que necesita o simplemente disfruta vivir situaciones límites, vivir en adrenalina, para poder "sentirse vivo". Esto significaría que durante el resto del tiempo no estamos viviendo a pleno, que nuestra medida de "estar vivo" pocas veces llega al 100%.
En fin, cada uno tendrá su o sus maneras, pero lo importante es que intentemos llegar seguido a ese 100% y no dejarlo caer demasiado, ¿no?

¡A la mierda! ¿inmortalidad? Sí, inmortalidad, hoy me agarraron ganas de publicar mi teoría al respecto. Para empezar hablemos de lo opuesto, de la mortalidad, la muerte, que a algunos nos parece tan lejana, y a otros tan cercana, pero creo yo que de no existir la muerte propiamente dicha muchos no haríamos las cosas que hacemos en el día a día.
Por ejemplo, cuando muere alguien cercano, o alguien no tan cercano nos duele, nos afecta, a tal punto que puede llegar a cambiarnos, ¿por qué? porque esa muerte nos hace recordar nuestra mortalidad (exceptuando los casos obvios en los que el dolor pasa por no tener más a esa persona), nos saca de esa creencia de inmortalidad absurda que a veces tenemos los seres humanos. O un ejemplo más contundente, la típica respuesta a la hipotética pregunta de "¿qué harías si se viene el fin del mundo, te enterás de que te quedan pocos días de vida, etc?" la gran mayoría va a contestar que va a hacer cosas que nunca hizo antes, ya sea pasando con sus seres queridos el tiempo que no pasó durante su vida, o buscando la manera de divertirse lo más posible, cuando sentimos la cercanía de la muerte, tendemos a "vivir la vida", a ver las cosas más claras.
Entonces podemos pensar que si la mortalidad produce eso, la inmortalidad tendría el efecto inverso, si la humanidad fuera inmortal, o creería serlo (como muchos hacemos) dejaría todo para más adelante, irónicamente  no "viviría la vida".

Insomnio, no dormir, tener poco sueño, eso siento ahora. Con el sueño me pasa algo muy particular, odio acostarme un rato sin dormir, y pensar y pensar, detesto eso, ya sé, suena a que no me puedo dormir por un cargo de conciencia o algo así, pero no es por eso, es la sensación de no estar haciendo nada lo que me molesta, la impotencia de querer cumplir con una de mis necesidades básicas y no lograrlo, eso detesto.
La solución que le encontré es acostarme cuando el cansancio realmente me agobia, pero hasta ese punto de que se me cierran los ojos contra mi voluntad, ese cansancio necesito, y trato de inducirlo ya sea corriendo 2 km, leyendo un libro, provocando una pelea con un desconocido, etc. Últimamente el remedio que encontré fue escribir en este blog, todas, absolutamente todas las cosas que publiqué las hice en este estado pre-onírico, es tan así que nunca llegan a pasar 5 minutos entre el "Publicar entrada" y el "zzzzzz", así que el sueño placentero se lo debo a este blog. Por otro lado este blog le debe mucho a mi insomnio, el hecho de escribirlo en este estado me ayuda a ser más creativo, más libre, así como la posición del diván induce a la introspección necesaria para llevar a cabo un psicoanálisis, así actúa mi cansancio en este blog, en fin hoy no ando del todo creativo, tal vez sea por el exceso de sueño irónicamente (¿u oníricamente?), así que decidí contar un poco como surge eso. Y sí, son las tres de la tarde y todavía no me dormí.

El otro día me pasó algo muy curioso, últimamente comencé a saldar todas mis deudas con el séptimo arte y vi películas que hace tiempo venía prometiendo ver. Una de ellas fue, ni más ni menos que "Pulp Fiction" o "Tiempos Violentos", muy buena película, altamente recomendable, pero no voy a hablar sobre eso hoy, hoy voy a hablar sobre otra cosa. En la primer escena me pareció ver un rostro familiar en un actor, investigué y descubrí que era Tim Roth, el actual protagonista de la serie "Lie to Me". Me sorprendió bastante y decidí seguir investigando su filmografía, para ver si lo había visto en otro lado y me sorprendió que aparecía lo siguiente:
El planeta de los Simios (Planet of the Apes) (2001) ... Thade
Googleé el nombre y efectivamente era este personaje que observamos a nuestra derecha. Me sorprendí, de gran manera y recordé situaciones muy similares de la vida cotidiana, gratas sorpresas. Situaciones que van desde enterarme que uno de mis mejores amigos compitió en natación contra otro de mis mejores amigos hace años, y ellos no se conocían, ni yo a ellos, como el hecho de que uno de mis mejores amigos haya estado de novio (antes de conocernos, claro está) con tres personas con las que yo también estuve en algo, en fin, ese tipo de situaciones. 
A lo que voy es que en nuestra vida, una misma persona puede interpretar muchos papeles, totalmente distintos a medida que la conocemos, ¿cuántos que han interpretado a amigos en su momento ahora interpretan a extraños? ¿cuántos que han interpretado el papel de perfectos desconocidos hoy interpretan el papel de mejor amigo?
Lo importante es darse cuenta que detrás de esos papeles se esconde un actor, una persona, un ser humano, y cuando realmente admirás a un actor, aprendés a encontrar el valor en cada papel que interprete, incluso en los más despreciables. 



El poder del pensamiento, de la educación, no tiene límites, un pueblo ignorante es mucho más fácil de gobernar, de manipular, que uno pensante. Pero como todo poder, tiene sus "desventajas" relativas, por ejemplo a veces se siente la tentación de esconder nuestro espíritu crítico para poder disfrutar de una película simple y previsible como si fuéramos niños, nos gustaría poder mirar un truco de magia sin revisar excesivamente sus movimientos hasta encontrar la trampa y así romper la ilusión. Pero no podemos, no podemos conformarnos con una mentira en la que no creemos, tomando una actitud crítica adoptamos un filtro con el que eliminamos a la mayoría de los placeres mundanos, pero todo aquello que pase al filtro lo disfrutaremos de gran manera.
Así comienza uno de los viajes más lindos que podamos emprender, la búsqueda de cosas y sentimientos que nos identifiquen, para encontrarnos a nosotros mismos y también una actitud crítica para captar los mensajes, las señales que hay a nuestro alrededor. Este viaje, como todo buen viaje, se disfruta aún más que el destino, si es que este destino existe. Sin embargo hay quienes no lo emprenden nunca, quienes se conforman con todo lo que ven y escuchan, los que consumen "el menú del día", los que tomarían la pastilla azul de Matrix, en conclusión, los que harían una película bastante aburrida.  

¿Nunca se preguntaron de dónde surge el odio? ¿qué hace que en una novela o película "odiemos" al malo y querramos que triunfen "los buenos"?
Las respuestas que arroja la psicología sobre esto es que al odiar al malo estamos odiando las cosas nuestras que no nos gustan, que queremos reprimir, y que vemos reflejadas en él y al querer matarlo, o vencerlo, estamos queriendo eliminar esas cosas que no nos gustan ser.
Por esto muchas veces sucede que con el tiempo uno se transforma en lo que odia, ya que resulta casi imposible mantener reprimida nuestra naturaleza durante toda una vida. Ejemplos claros de esto los hay de los más variados, ya sean en los grandes procesos socio-históricos, como la Revolución Francesa en la cual se cometieron atrocidades quizás aún más grandes que en el régimen monárquico pre-existente. Como bien dijo Georges Jacques Danton (uno de los que encabezó esta revolución y que fue enviado a la guillotina por sus propios partidarios) en una de sus más célebres frases: "por miedo a la vuelta del tirano se han convertido en tiranos", con esto sintetiza gran parte de los eventos históricos mundiales pasados y futuros, en los cuales los que se enfrentaron al poder, al conseguirlo terminaron siendo igual o incluso peores que los anteriores.
Por otro lado, un ejemplo más cotidiano de esto surge de las primera relación de poder que tenemos, la relación con nuestra figura paterna, en la cual gran parte de las cosas que les criticamos de chicos las terminamos poniendo en práctica de grandes. Esto es tan inevitable como necesario, ya que cuestionar al poder es parte de nuestra naturaleza.

Diagrama por el cual obtiene su nombre
el "efecto mariposa"
Teoría del caos, si no sabés lo que significa probablemente te imaginás algo extremadamente complejo, que de hecho lo es, pero para los efectos de esta nota vamos a quedarnos con una parte simple y bastante popular, que es la del "Efecto Mariposa". Infinidad de libros como "El Ruido del Trueno", "El Fin de la Eternidad" e incluso "Harry Potter y el Prisionero de Azkabán", han tratado el tema, también películas, como "El Curioso Caso de Benjamin Button", "Mr. Nobody",  la trilogía de "El Efecto Mariposa" valga la redundancia, o incluso en "Los Simpsons". Es un concepto que hace referencia al hecho de que pequeñas variaciones en el pasado, pueden implicar grandes diferencias en el futuro. Ahora, intentemos relacionarlo con el lugar que ocupamos en el mundo, podemos encararlo de dos maneras totalmente opuestas, primero la más pesimista sería pensar que somos extremadamente diminutos, que sólo somos un efecto del pasado, que estamos restringidos por todas las acciones anteriores que nos determinaron. Por otro lado, podemos pensar en la importancia que cobran nuestras decisiones a largo plazo, ya que por más simples que sean a largo plazo resultan en grandes consecuencias.

Durante la adolescencia lo que aprendí a disfrutar es el PLACER de vivir de noche, la noche tiene el poder de cambiar nuestro comportamiento, de ayudarnos a encontrar con nuestros instintos, con nuestra humanidad, para bien o para mal. La noche nos da impunidad, la noche nos da libertad, de chico lo que me gustaba de la noche era el silencio, silencio del que yo era dueño, si quería lo rompía, pero difícilmente lo hacía.
A la noche podía jugar a estar solo, con todo lo que eso implicaba, creía que la mayoría de los robos suceden de noche, me imaginé miles de situaciones en las cuales era víctima de un robo, en la mayoría de ellas yo resultaba ser el héroe que salvaba a todos, porque a la noche la imaginación se lleva todos los aplausos. No era tan iluso como para creer en monstruos, jamás lo fui, pero sí creía que tal vez en una de mis aventuras desde mi pieza hasta la cocina, generalmente para ir a buscar algo para beber, podría llegar a aparecerme algún puma o león, o algo por el estilo, pero siempre creyendo que sólo aparecerían al apagar la luz. Por ello luego de agarrar lo que necesitaba apagaba la luz y salía corriendo hacia mi pieza, con la sensación de que había algo atrás, pero con la temple necesaria como para no mirar.
Pasaron años desde aquellos tiempos y muchas cosas cambiaron, pero hoy puedo decir que la noche es una compañera incondicional en mi vida, ya sea para estudiar, para pensar o para salir sigo eligiendo la noche y aún hoy, al apagar la luz voy corriendo a mi pieza, sin mirar atrás.

¿Todos estamos de acuerdo en que queremos alcanzar la felicidad no? ¿y de que todo el tiempo estamos haciendo lo posible para alcanzarla? ¿podemos decir que nuestra naturaleza nos lleva a eso? Todas estas preguntas parecen ser fácilmente contestadas por un "sí", aunque hay momentos de nuestras vidas en los cuales hacemos exactamente lo opuesto, nos "autoboicoteamos", así como las mariposas no pueden evitar sentirse atraídas por el fuego y se acercan hasta morir, así actuamos, enceguecidos por esa luz. O muchas veces actuamos como en la popular fábula de la rana y el escorpión (hacé clic acá si no la conocés) ya sea no pudiéndonos resistir a nuestra naturaleza como el escorpión, o al creer que podemos cambiar la naturaleza de los demás, como pensó la rana. Ahora, ¿qué podemos hacer frente a esto? aceptar la naturaleza de los demás sin intentar cambiarla y tener plena conciencia de nuestra naturaleza y no forzarnos a intentar ser alguien que no somos.

_ Che, ¿ya pensaste lo que vas a hacer para tu cumple?
_ No, ni idea, por ahí hago una fiesta de disfraces, tengo que ver.
_ Naaa, ¿fiesta de disfraces? no va a ir nadie, ¡yo ni en pedo me disfrazo!

¿Te suena familiar esto? Yo personalmente nunca intenté hacer una fiesta de disfraces, pero escuché de infinidad de fiestas frustradas de esta manera, y pensé que debe haber un motivo lógico para que esto suceda.
Primero hablemos del disfraz, lo que representaría, supuestamente (SUPUESTAMENTE). Lo que brinda el disfraz es una suerte de anonimato, el anonimato viene acompañado por libertad, impunidad, de hacer lo que queramos sin que eso afecte a nuestra imagen como persona, por ejemplo empecé a hacer este blog de forma anónima para ahorrarme los comentarios de mis amigas y amigos y poder escribir con más libertad, este blog sería mi disfraz. Pero hay algo raro en esto, ¿quién somos en realidad? ¿somos la persona que "no tiene disfraz", la que piensa en el "qué dirán" de los demás"? ¿o somos más nosotros cuando usamos el disfraz, cuando permanecemos en el anonimato? ¿será que vivimos ya en una fiesta de disfraces y necesitamos ponernos otro para "desdisfrazarnos"? Entonces tal vez, el motivo por el cual fracasan las fiestas de disfraces es el miedo a disfrazarse para sacarse el disfraz.

Definitivamente Kill Bill no es una de esas películas que te cambian la vida, si bien muchas se pueden sentir identificadas con todo eso de ir a vengarse de su ex y matarlo con un golpe de kung-fu no hay mucho más que eso, pero hay una parte de la película que destaco, y que me dio mucho para pensar y es el diálogo final de David Carradine (para los que tengan ganas de verlo http://www.youtube.com/watch?v=eWTJIBGNId0) acá plantea una gran observación acerca de la diferencia entre Superman, y el resto de los superhéroes y es que él nació siendo Superman y desarrolla una identidad secreta para encubrirla (Clark Kent) mientras que los demás superhéroes nacen siendo simples humanos ya sean Peter Parker, Bruno Díaz o incluso Diego de la Vega y luego por algún evento afortunado o desafortunado adquieren su identidad de superhéroes.
Entonces esta identidad, Clark Kent, al ser inventada plasma cómo nos ve a nosotros, los seres humanos, imitando eso para tratar de encajar como uno más, ahora yo pregunto, ¿cuántos de nosotros hacemos esto? ¿cuántos de nosotros nacemos siendo Superman pero para encajar terminamos siendo sólo Clark Kent? 

Un Tamagotchi (たまごっち)
Sisi, el viejo y querido aparatito en el cual muchos pasaban días enteros cuidando a una mascota virtual, los cuidados que ésta requería iban desde jugar para que no se aburra, hasta limpiar sus excrementos, esto se prolongaba hasta el momento de su muerte, o de la muerte de la pila en su defecto.
 El otro día recordándolo con una amiga me puse a pensar en la paradoja que este jueguito conllevaba, ya que la línea que separa al dueño de la mascota era muy fina, la línea entre orden y necesidad también, ya que este bichito al plantearnos una necesidad lo que implícitamente hacía era darnos una orden, al decirnos que tenía hambre nos estaba ordenando que le demos de comer.
Obviamente esto es demasiado extremo ya que nosotros decidimos si hacerle caso o no, pero así se hace más gráfico y fácil de relacionar con la eterna paradoja de prisioneros y carceleros: ¿quién está preso de quién? la diferencia es mínima, sin ánimo de ofender, la calidad de vida que tienen los carceleros
no difiere demasiado de sus prisioneros, insisto con utilizar los términos "carcelero" y "prisionero" ya que hay una curiosidad semántica que es la siguiente: "cárcel" y "prisión" son sinónimos, sin embargo "carcelero" y "prisionero" son antónimos, creo que en este caso estamos ante una causalidad más.

Frases de por ahí:

"No hay forma más hermosa que perder el tiempo buscando la forma de no perderlo"

"
La tecnología nos acerca a los más lejanos y nos aleja de los más cercanos" (Michele Norsa)

"Sufrimos mucho por lo poco que nos falta y gozamos poco de lo mucho que tenemos" (William Shakespeare)

"El verdadero valor comienza generalmente por el miedo"

"Lo malo de tener muchos amigos, es que no puedes saber cuál de ellos es tu amigo"

"Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres" (Pitágoras)

Gente que por ahí me lee:

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