Esto no me acuerdo donde lo leí (creo que era "Ventana a la Calle", pero no estoy muy seguro), pero vale la pena contarlo, era un pequeño relato de una página de extensión. En él, el autor comenzaba contando acerca de los juguetes que abundaban en su infancia, haciendo una mención especial a uno muy particular, el "Tente en pie".
En este juguete se centra la historia, para los que no lo conocen es un muñeco inflable que, como su nombre lo indica, no había manera de hacerlo caer, podíamos mantenerlo acostado presionándolo con nuestro cuerpo, pero al soltarlo casi por arte de magia el juguete volvía a pararse.
Imaginemos la sorpresa y curiosidad que puede despertar esto en un niño, demasiada. Tanta curiosidad que un niño decidió investigar y valiéndose de un cuchillo se dispuso a abrirlo. Al abrirlo se encontró con una bola de plomo (esta bola de plomo es la que hace de contrapeso para que se levante), al quitarle la bola el pobre muñeco ya no se levantó más, estaba muerto. La hermanita menor al ver lo sucedido, con todo el poder de deducción y síntesis que puede tener un infante acusó "No se va a levantar más porque le robaste el alma".
El día que leí eso incorporé una muy buena definición de "alma", es eso que hace que nos levantemos a pesar de todo.

No recuerdo cuando, leí una historia china que explicaba por qué gritamos, lo que decía era tan simple como contundente. Decía que las personas hablan con un volumen acorde a la distancia que las separa, que mientras más lejos están, más fuerte hablarán.
Hasta aquí nada nuevo, pero después planteaba que hay dos tipos de distancias, la geográfica y la emocional, la geográfica no hace falta explicarla, pero la emocional sería la distancia entre los corazones de las personas que intervienen. Mientras más alejados estén sus corazones, más fuerte gritarán.
En contrapartida, cuando dos personas se enamoran sus corazones se "acercan", allí bastará con hablar suave. Cuando se enamoren aún más no hará falta hablar, los susurros bastarán y ya en el ápice de los sentimientos no hará falta susurrar, las miradas bastarán. La historia terminaba con una especie de moraleja que decía masomenos así: "No dejen que las discusiones los alejen demasiado, no digan palabras que los distancien más aún, ya que llegará un punto en el que la distancia sea tanta que no encontrarán el camino de vuelta".

Siempre me llamaron la atención los problemas que surgen al traducir algo de inglés al castellano, pero hay uno en particular que quiero resaltar hoy (ya que tengo miedo de que deje de ser un problema). La diferencia entre el "I love you" inglés y el "te amo" castellano. Si bien en la mayoría de los casos estaría bien traducirlo de esa manera hay una pequeña diferencia en su uso, el "I love you" es a veces también "te quiero", por lo que sería usado también en relaciones no tan cercanas como en las que decimos "te amo". Por eso agradezco el hecho de que mi idioma natal sea el castellano ya que es más "preciso" en estos casos.

Sin embargo, últimamente estoy notando como en los adolescentes el "te amo" está siendo utilizado como lo usan los ingleses o americanos, siento que se está "devaluando" al lenguaje. No dejemos que esto suceda, utilicemos las palabras adecuadas, no dejemos que éstas pierdan su valor.

Frases de por ahí:

"No hay forma más hermosa que perder el tiempo buscando la forma de no perderlo"

"
La tecnología nos acerca a los más lejanos y nos aleja de los más cercanos" (Michele Norsa)

"Sufrimos mucho por lo poco que nos falta y gozamos poco de lo mucho que tenemos" (William Shakespeare)

"El verdadero valor comienza generalmente por el miedo"

"Lo malo de tener muchos amigos, es que no puedes saber cuál de ellos es tu amigo"

"Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres" (Pitágoras)

Gente que por ahí me lee:

Sobre mi:

Mi foto
Buenos Aires, Argentina
Con la tecnología de Blogger.