Diagrama por el cual obtiene su nombre
el "efecto mariposa"
Teoría del caos, si no sabés lo que significa probablemente te imaginás algo extremadamente complejo, que de hecho lo es, pero para los efectos de esta nota vamos a quedarnos con una parte simple y bastante popular, que es la del "Efecto Mariposa". Infinidad de libros como "El Ruido del Trueno", "El Fin de la Eternidad" e incluso "Harry Potter y el Prisionero de Azkabán", han tratado el tema, también películas, como "El Curioso Caso de Benjamin Button", "Mr. Nobody",  la trilogía de "El Efecto Mariposa" valga la redundancia, o incluso en "Los Simpsons". Es un concepto que hace referencia al hecho de que pequeñas variaciones en el pasado, pueden implicar grandes diferencias en el futuro. Ahora, intentemos relacionarlo con el lugar que ocupamos en el mundo, podemos encararlo de dos maneras totalmente opuestas, primero la más pesimista sería pensar que somos extremadamente diminutos, que sólo somos un efecto del pasado, que estamos restringidos por todas las acciones anteriores que nos determinaron. Por otro lado, podemos pensar en la importancia que cobran nuestras decisiones a largo plazo, ya que por más simples que sean a largo plazo resultan en grandes consecuencias.

Durante la adolescencia lo que aprendí a disfrutar es el PLACER de vivir de noche, la noche tiene el poder de cambiar nuestro comportamiento, de ayudarnos a encontrar con nuestros instintos, con nuestra humanidad, para bien o para mal. La noche nos da impunidad, la noche nos da libertad, de chico lo que me gustaba de la noche era el silencio, silencio del que yo era dueño, si quería lo rompía, pero difícilmente lo hacía.
A la noche podía jugar a estar solo, con todo lo que eso implicaba, creía que la mayoría de los robos suceden de noche, me imaginé miles de situaciones en las cuales era víctima de un robo, en la mayoría de ellas yo resultaba ser el héroe que salvaba a todos, porque a la noche la imaginación se lleva todos los aplausos. No era tan iluso como para creer en monstruos, jamás lo fui, pero sí creía que tal vez en una de mis aventuras desde mi pieza hasta la cocina, generalmente para ir a buscar algo para beber, podría llegar a aparecerme algún puma o león, o algo por el estilo, pero siempre creyendo que sólo aparecerían al apagar la luz. Por ello luego de agarrar lo que necesitaba apagaba la luz y salía corriendo hacia mi pieza, con la sensación de que había algo atrás, pero con la temple necesaria como para no mirar.
Pasaron años desde aquellos tiempos y muchas cosas cambiaron, pero hoy puedo decir que la noche es una compañera incondicional en mi vida, ya sea para estudiar, para pensar o para salir sigo eligiendo la noche y aún hoy, al apagar la luz voy corriendo a mi pieza, sin mirar atrás.

¿Todos estamos de acuerdo en que queremos alcanzar la felicidad no? ¿y de que todo el tiempo estamos haciendo lo posible para alcanzarla? ¿podemos decir que nuestra naturaleza nos lleva a eso? Todas estas preguntas parecen ser fácilmente contestadas por un "sí", aunque hay momentos de nuestras vidas en los cuales hacemos exactamente lo opuesto, nos "autoboicoteamos", así como las mariposas no pueden evitar sentirse atraídas por el fuego y se acercan hasta morir, así actuamos, enceguecidos por esa luz. O muchas veces actuamos como en la popular fábula de la rana y el escorpión (hacé clic acá si no la conocés) ya sea no pudiéndonos resistir a nuestra naturaleza como el escorpión, o al creer que podemos cambiar la naturaleza de los demás, como pensó la rana. Ahora, ¿qué podemos hacer frente a esto? aceptar la naturaleza de los demás sin intentar cambiarla y tener plena conciencia de nuestra naturaleza y no forzarnos a intentar ser alguien que no somos.

_ Che, ¿ya pensaste lo que vas a hacer para tu cumple?
_ No, ni idea, por ahí hago una fiesta de disfraces, tengo que ver.
_ Naaa, ¿fiesta de disfraces? no va a ir nadie, ¡yo ni en pedo me disfrazo!

¿Te suena familiar esto? Yo personalmente nunca intenté hacer una fiesta de disfraces, pero escuché de infinidad de fiestas frustradas de esta manera, y pensé que debe haber un motivo lógico para que esto suceda.
Primero hablemos del disfraz, lo que representaría, supuestamente (SUPUESTAMENTE). Lo que brinda el disfraz es una suerte de anonimato, el anonimato viene acompañado por libertad, impunidad, de hacer lo que queramos sin que eso afecte a nuestra imagen como persona, por ejemplo empecé a hacer este blog de forma anónima para ahorrarme los comentarios de mis amigas y amigos y poder escribir con más libertad, este blog sería mi disfraz. Pero hay algo raro en esto, ¿quién somos en realidad? ¿somos la persona que "no tiene disfraz", la que piensa en el "qué dirán" de los demás"? ¿o somos más nosotros cuando usamos el disfraz, cuando permanecemos en el anonimato? ¿será que vivimos ya en una fiesta de disfraces y necesitamos ponernos otro para "desdisfrazarnos"? Entonces tal vez, el motivo por el cual fracasan las fiestas de disfraces es el miedo a disfrazarse para sacarse el disfraz.

Definitivamente Kill Bill no es una de esas películas que te cambian la vida, si bien muchas se pueden sentir identificadas con todo eso de ir a vengarse de su ex y matarlo con un golpe de kung-fu no hay mucho más que eso, pero hay una parte de la película que destaco, y que me dio mucho para pensar y es el diálogo final de David Carradine (para los que tengan ganas de verlo http://www.youtube.com/watch?v=eWTJIBGNId0) acá plantea una gran observación acerca de la diferencia entre Superman, y el resto de los superhéroes y es que él nació siendo Superman y desarrolla una identidad secreta para encubrirla (Clark Kent) mientras que los demás superhéroes nacen siendo simples humanos ya sean Peter Parker, Bruno Díaz o incluso Diego de la Vega y luego por algún evento afortunado o desafortunado adquieren su identidad de superhéroes.
Entonces esta identidad, Clark Kent, al ser inventada plasma cómo nos ve a nosotros, los seres humanos, imitando eso para tratar de encajar como uno más, ahora yo pregunto, ¿cuántos de nosotros hacemos esto? ¿cuántos de nosotros nacemos siendo Superman pero para encajar terminamos siendo sólo Clark Kent? 

Un Tamagotchi (たまごっち)
Sisi, el viejo y querido aparatito en el cual muchos pasaban días enteros cuidando a una mascota virtual, los cuidados que ésta requería iban desde jugar para que no se aburra, hasta limpiar sus excrementos, esto se prolongaba hasta el momento de su muerte, o de la muerte de la pila en su defecto.
 El otro día recordándolo con una amiga me puse a pensar en la paradoja que este jueguito conllevaba, ya que la línea que separa al dueño de la mascota era muy fina, la línea entre orden y necesidad también, ya que este bichito al plantearnos una necesidad lo que implícitamente hacía era darnos una orden, al decirnos que tenía hambre nos estaba ordenando que le demos de comer.
Obviamente esto es demasiado extremo ya que nosotros decidimos si hacerle caso o no, pero así se hace más gráfico y fácil de relacionar con la eterna paradoja de prisioneros y carceleros: ¿quién está preso de quién? la diferencia es mínima, sin ánimo de ofender, la calidad de vida que tienen los carceleros
no difiere demasiado de sus prisioneros, insisto con utilizar los términos "carcelero" y "prisionero" ya que hay una curiosidad semántica que es la siguiente: "cárcel" y "prisión" son sinónimos, sin embargo "carcelero" y "prisionero" son antónimos, creo que en este caso estamos ante una causalidad más.

Frases de por ahí:

"No hay forma más hermosa que perder el tiempo buscando la forma de no perderlo"

"
La tecnología nos acerca a los más lejanos y nos aleja de los más cercanos" (Michele Norsa)

"Sufrimos mucho por lo poco que nos falta y gozamos poco de lo mucho que tenemos" (William Shakespeare)

"El verdadero valor comienza generalmente por el miedo"

"Lo malo de tener muchos amigos, es que no puedes saber cuál de ellos es tu amigo"

"Educad a los niños y no será necesario castigar a los hombres" (Pitágoras)

Gente que por ahí me lee:

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